La investigación y la innovación han sido reconocidos como elementos esenciales para la transformación y desarrollo de las sociedades, el bienestar humano, y la preservación del ambiente (OECD 2015). De igual manera, son considerados factores determinantes para asegurar el crecimiento económico y la competitividad (WEF 2017). Sin embargo, las disparidades sociales y económicas existentes entre el mundo desarrollado y las regiones en desarrollo han sido atribuidos parcialmente a las brechas en investigación e innovación, la cual es reconocida en el marco de la nueva agenda global, para enfrentar los grandes desafíos globales como el cambio climático, la erradicación del hambre y la pobreza, el aseguramiento de agua de calidad y en cantidad, el desarrollo energético sostenible, la reducción de la inequidad, entre otros (UN 2015). A nivel de país se han realizado esfuerzos significativos de planificación del desarrollo de manera organizada, reconociendo la importancia de la investigación y la innovación como estrategias esenciales para alcanzar el desarrollo (CN-Honduras 2010).
El fortalecimiento de la investigación y la innovación es también una tendencia a nivel de la Educación Superior de Honduras. La globalización, las nuevas exigencias de formación y competencias, la necesidad de ampliar la cobertura, el avance exponencial de la tecnología, y el aseguramiento de la calidad han permeado las Universidades y ha estimulado cambios significativos. En este sentido la Universidad Nacional de Agricultura, se refiere a la investigación en el estatuto general de la UNAG, articulo 121. “La investigación constituye una función esencial y obligatoria de la Universidad Nacional de Agricultura y se realiza en todos los campos del conocimiento que son competencia institucional. Se orienta a la solución de problemas nacionales prioritarios y se desarrolla de acuerdo con los principios y fines de la Universidad. La investigación Universitaria deberá responder a la política, agenda y líneas prioritarias de investigación científica y tecnológica establecidas por la Institución”.
Este nuevo paradigma de formación universitaria concibe al docente como los responsables de diseñar las situaciones de aprendizaje potenciadoras del desarrollo de competencias profesionales en investigación sobre los estudiantes (Vásquez 2015). Sin embargo, hay factores que limitan el desarrollo de competencias de los docentes; no obstante, se observa en la actualidad una tendencia creciente de las universidades en considerar formación de las capacidades docentes, que se pueden expresar en programas de formación pos gradual orientados al desarrollo de las competencias profesionales docentes, (Jato et al., 2016; González; et al. 2017). Tal es el caso, del Diplomado en Investigación Científica que se propone con el fin de fortalecer las competencias en metodologías de investigación científica de los docentes de la Universidad Nacional de Agricultura.